Sobre el ferrocarril de Cuenca hay muchos estudios y documentos a ser analizados de forma rigurosa y en debate abierto con objeto de incorporar la perspectiva de la ciudadanía. Esta ha sido la postura, desde hace décadas, de la Comisión en Defensa del Ferrocarril de Cuenca, la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca y de Pueblos con el Tren, que integran a personas de distintas provincias y con una pluralidad de visiones de mejorar la vida en nuestros territorios.
Sin duda, toda la provincia de Cuenca está con el tren, pero si todavía no hemos sido capaces de elevar nuestra voz ante el Ministerio de Madrid, puede ser debido a que, en otra dirección, muy opuesta, durante años han remado opinantes todólogos o mindundis, que podían intentar dudosas operaciones. Estas dos figuras, que a veces pueden confundirse, se caracterizan por: 1) se niegan al debate público y 2) difunden mensajes falaces.
Mentiras, sin el apoyo de ninguno de los estudios existentes, han sido difundidas en las últimas fechas. Entre ellas, la más lesiva a los intereses de todos los conquenses ha sido el coste de mejorar la línea. La falacia que el gobierno de España tiene que gastar 400 millones, cuyo destino pueden emplearse en otras dudosas operaciones, ha sido cacareada de forma insistente por todólogos y/o mindundis, con el único fin que renunciemos a nuestro tren y a nuestro futuro como provincia. Pues bien, en el último estudio realizado por ADIF, que debe ser bien conocido por los integrantes de la corporación municipal de la capital, porque incluía un apartado de “análisis urbanístico e inmobiliario”, se evaluaba la inversión de los “trabajos de acondicionamiento y mantenimiento para la explotación de la línea 310 Aranjuez-Valencia”, línea incluida en la Red Ferroviaria de Interés General, en 145.631.989,64 euros. Por supuesto, hay otras soluciones más avanzadas, pero ninguna de ellas se aproxima a la cacareada cifra de 400 millones que han pregonado algunos sin facilitar fuente alguna. En todo caso, esta inversión no se realizaría en un solo ejercicio. Sería plurianual y, simplemente, respondería a dar cuenta de la deuda histórica que los gobiernos de España tienen con el ferrocarril de Cuenca y que, como conquenses, tenemos que reclamar, como lo hacen otros territorios.
En el año Europeo del Ferrocarril 2021, el debate público o ser escuchados por los gobiernos locales, provinciales, el de Toledo y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España, con datos y argumentos que pueden ser contrastados por los servicios técnicos especializados de estos gobiernos, parece estar vetado a las agrupaciones y plataformas que pretenden defender los intereses de la ciudadanía una sociedad democrática.
Por eso, para ser escuchados en Cuenca, Toledo y Madrid. animamos a la ciudadanía a que se manifieste el próximo 7 de agosto, a las 11:00 horas en la estación de Cuenca.
Después de esta convocatoria, exigiremos que el Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda Urbana nos reciba para atender las demandas de este lugar de la España Vaciada llamado Cuenca.