ACEM – Ecologistas de la Manchuela ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar la consideración de parte interesada en la ingestigación a dos mercantiles por presunto delito contra el medio ambiente por captaciones masivas de aguas subterráneas sin autorización, para riego de 800 hectáreas de viñedo, y la manipulación de caudalímetros en la Manchuela conquense.
Por este motivo, solicitan la documentación relativa de estos expedientes por las supuestas ilegalidades cometidas por la apropiación ilegal de aguas subterráneas.
Las extracciones ilegales para regadíos, y la manipulación de caudalímetros, ha sido denunciado por esta asociación en repetidas ocasiones. Algo que ya es de sobra conocido por la propia Confederación Hidrográfica del Júcar, que «reconoce no tener medios actualmente para controlar las ilegalidades que se comente en las extracciones de aguas, ya sean en concesiones autorizadas o captaciones ilegales».
La última vez que lo pusieron en conocimiento de la CHJ, fue en las alegaciones que ACEM – Ecologistas de la Manchuela, presentó al Plan Hidrológico del Júcar, y previamente al Esquema de Temas Importantes.
La reciente noticia publicada, es la «punta del iceberg, que demuestra el descontrol en los usos del agua. Una realidad de irregularidades en el uso del agua que confirma nuestras denuncias de extracciones ilegales y manipulación de caudalímetros, algo que sucede muy frecuentemente tanto en pequeñas como en grandes explotaciones, y que justifica una de las alegaciones de nuestra asociación al Plan Hidrológico del Júcar, que el consumo real de agua es muy superior a las cifras oficiales que ofrecen las administraciones públicas como la Confederación Hidrográfica del Júcar», señalan
Para ACEM es una prioridad que la gestión de las aguas subterráneas asegure la conservación de los ecosistemas acuáticos. Por ello, dada la relevancia e importante volumen de los recursos supuestamente extraídos ilegalmente, la magnitud del expolio que implica a las dos mercantiles, se calcula de un volumen en los últimos 8 años que supera los 3.800.000 de metros cúbicos. Consideramos que los hechos que han sido noticia reciente son de extrema gravedad, por la apropiación de un recurso público como el agua de forma ilegal, y por el daño a dominio público hidráulico y a los ecosistemas acuáticos asociados, además agravados, ya que se han producido dentro de la masa de agua de la Mancha Oriental, que se encuentra en mal estado cuantitativo, motivo por el que la propia Confederación había denegado estas concesiones.
Estas diligencias instruidas, han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Motilla del Palancar, ante el que ACEM – Ecologistas en Acción también tiene pensado personarse.
EL MAL ESTADO CUANTITATIVO DE LA MASA DE LA MANCHA ORIENTAL.
El mal estado cuantitativo de la masa de agua de la Mancha Oriental, es resultado de unos balances negativos en los últimos 40 años, al superarse las extracciones de aguas subterráneas especialmente para regadíos, a la recarga natural del acuífero. La consecuencia constatada por los datos de la propia Confederación Hidrográfica del Júcar, el descenso continuado de los niveles piezométricos, ósea, la cota de nivel a la que se encuentra el agua del acuífero, que se encuentra cada vez más profunda. Respecto a la evaluación del estado cuantitativo de la masa de agua subterránea de la Mancha Oriental, según los datos facilitados por el borrador del futuro Plan Hidrológico del Júcar, entre 2013 y 2018, la media de las extracciones fue de 320’1 hm3 anuales, cuando sus recursos disponibles fueron de 274’8. Por tanto, el desequilibrio entre los recursos disponibles y los bombeos es de 45’8 hm3, es decir, cada año tiene un balance negativo de 45’8 hm3.
No olvidemos que las aguas subterráneas son las reservas estratégicas de las generaciones futuras, que van a vivir un futuro que se anuncia de mayor escasez de este preciado bien que es el agua, por la evidencia del cambio climático.
El ya más que comprobado mal estado cuantitativo del acuífero de la Mancha Oriental, conlleva todo tipo de implicaciones medioambientales, en su interrelación aguas subterráneas y aguas superficiales. Diversos estudios, algunos financiados por la propia Confederación, confirman el secado de más del 30% de las fuentes y manantiales, oasis de biodiversidad, en los valles del Cabriel y Júcar, muchos de ellos dentro de zonas protegidas de la Red Natura 2000, como la ZEC “Hoces del Cabriel, Guadazaón y Ojos de Moya”.
Y no es casualidad el mal estado generalizado de las aguas subterráneas de Castilla la Mancha, y en concreto el acuífero de la Mancha Oriental. Castilla la Mancha es la comunidad autónoma con mucha diferencia, donde más ha aumentado en regadío en los últimos 20 años. Según datos del anterior Ministerio de Agricultura y Pesca, y Alimentación y Medio Ambiente, en el año 1996 nuestra comunidad contaba con de 353.801 has de regadío, que aumentaron a 518.293 en el año 2016, un incremento del 46,5%. La segunda comunidad autónoma donde más creció el regadío fue en Andalucía, que aumentó un 38%, y después Extremadura un 27%.
Por todo ello, desde ACEM – Ecologistas de la Manchuela, el 1 de febrero hemos presentado escrito para personarnos como parte interesada, para que los responsables de este robo al patrimonio de todos los castellanomanchegos, y en concreto a los habitantes de la Manchuela conquense, no queden impunes.