El proyecto de macrogranja de más de 3.000 cerdas reproductoras entre las localidades de Villalba de la Sierra y Zarzuela vuelve a generar inquietud vecinal a raíz de su reactivación administrativa. Recientemente la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha desestimó el recurso de alzada interpuesto por el Ayuntamiento de Villalba de la Sierra hace tres años a la Autorización Ambiental Integrada de esta explotación de ganadería industrial promovida por Icpor Castilla-La Mancha S.L., filial de Incarlopsa.
En dicha desestimación la Plataforma Serranía Limpia y Viva denuncia que no se han revisado los informes técnicos que justifican que el proyecto carece de tierras suficientes para esparcir los purines ni tampoco se han tenido en cuenta las observaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que hizo constar en el expediente que la masa de agua de la zona “se encuentra en mal estado químico por nitratos, para el período 2013-2017 y con tendencia creciente”. Como indica la presidenta de la asociación vecinal Serranía Limpia y Viva, Pepa Peralta, “llama mucho la atención que la Junta de Castilla-La Mancha haya despreciado estos documentos con base en evidencias y rigor técnico obviándolos en la resolución del recurso de alzada y sin argumentar nada al respecto”.
Concentración en Tarancón
Precisamente ante la sede del grupo promotor de esta macrogranja, Incarlopsa, ubicada en Tarancón, las organizaciones vecinales Pueblos Vivos Cuenca y Plataforma Serranía Limpia y Viva convocaron una concentración a la que acudieron alrededor de 200 personas. Los colectivos organizadores señalaron a Incarlopsa “como los verdaderos responsables de la proliferación de macrogranjas de porcino en Cuenca”.
En la concentración se leyó un comunicado expresando el malestar de Villalba de la Sierra y su comarca ante este proyecto, ya que la economía de estos municipios de la Serranía conquense está basada fundamentalmente en la hostelería y el turismo. La presidenta de Serranía Limpia y Viva alertó: “De llevarse a cabo este proyecto, a causa de los malos olores y la contaminación que producirá en la tierra, el agua y el aire, supondrá la desaparición de muchos puestos de trabajo que actualmente existen en estos pueblos asociados al turismo y la naturaleza. Todo a cambio de favorecer los intereses meramente económicos de Incarlopsa, que se llevan las ganancias y nos dejan los purines, los olores y el riesgo de contaminación por nitratos de nuestra agua”.
Intervinieron también en la concentración representantes de plataformas de otros pueblos afectados por otros proyectos de macrogranjas como Almendros, Huete y Barajas de Melo, que explicaron su propia problemática, y señalaron que “los beneficios económicos de las grandes empresas cárnicas se están consiguiendo a costa del futuro de los pueblos”.
Recurso judicial
Al margen de la movilización vecinal, el ayuntamiento de Villalba de la Sierra acordó en el pleno municipal del pasado 26 de mayo interponer un recurso contencioso administrativo contra la desestimación del recurso de alzada. Además, existe el compromiso de la nueva corporación municipal salida tras las elecciones municipales del 28 de mayo, donde la candidatura independiente “Villalba Viva” cuenta con mayoría, de continuar las acciones legales contra la instalación de la macrogranja en el término municipal de Zarzuela.
