En la actualidad, la pobreza energética sigue siendo un problema para muchas familias, especialmente para las que están en situaciones de vulnerabilidad.
Cruz Roja informa de que, del total de las personas que atiende, solo un 27% afirma puede mantener una temperatura adecuada en su vivienda a lo largo de todo el año. Una realidad que la Organización Humanitaria está ayudando a paliar a través de su programa contra la Pobreza Energética.
El programa actúa en tres frentes, la rehabilitación energética de las viviendas, caso de ser necesaria, la modificación o sustitución de elementos no adecuados en el hogar como ventanas, elementos de las fachadas, electrodomésticos o aparatos eléctricos poco eficientes y el asesoramiento y la capacitación en el consumo eficiente, esta última se concreta en la asistencia a talleres donde las y los asistentes aprenden a reducir el consumo energético en el hogar e interpretar la factura de la luz.
Gracias a estas medidas, en 2023, Cruz Roja asesoró y formó en el uso eficiente de la energía doméstica a 550 familias en la provincia de Cuenca, entregó 550 kits de micro eficiencia energética, sustituyó electrodomésticos mal estado en 25 hogares e hizo reformas en una decena de domicilios.
La atención a familias aumentó en la provincia de Cuenca de 30 familias atendidas en 2022 a 550 familias en 2023 y de 12 sustituciones de electrodomésticos a 25 sustituciones. Unas cifras que en el ámbito nacional van desde las 10.500 familias atendidas en 2022 a 23.000 familias en 2023 junto a 21.850 capacitadas, 21.000 kits entregados y 260 viviendas reformadas. Este aumento es fruto de la colaboración prestada por empresas como BP, Fundación Naturgy o Fundación Endesa.
Verónica Solera, madre monomarental, es una de personas a las Cruz Roja ha ayudado a través de esas medidas a poder mantener una temperatura confortable en el hogar que comparte con sus tres hijos menores en la ciudad de Cuenca. Tras hacer una valoración técnica de las deficiencias energéticas de la vivienda, se acometió una reforma en el techo para evitar las filtraciones de agua que se venían produciendo. Hecha la reforma, se sustituyó el uso de la estufa de butano y radiadores eléctricos por una estufa de pellets. Al tiempo que se le asesoró en los trámites necesarios para solicitar el Bono Social, con el que ya cuenta, y se le capacitó en el uso eficiente de la energía en el hogar, haciéndole entrega de un kit de microeficiencia que incluye desde regletas hasta bombillas led pasando por burletes para puertas y ventanas para aislar las viviendas del frío. “Tras ser atendida por Cruz Roja, he pasado de pagar 160 euros al mes por la factura de la luz a pagar 37 euros gracias a contar una estufa de pellets, tramitar el Bono Social y hacer un mejor uso de la energía en la casa. Y lo más importante, la casa en la que vivo con mis tres hijos mantiene una temperatura más adecuada sin vernos obligamos a “hacer vida” en una sola habitación y, aun así, pasar frio», afirma Verónica.
“La base del ahorro es un buen aislamiento”, aclara la técnica del Área Medio Ambiente de Cruz Roja en Cuenca, Lola Porras, “por eso desde Cruz Roja estamos invirtiendo esfuerzos en informar y entregar burletes para puertas o ventanas a las familias en situación de extrema vulnerabilidad o en acometer reformas energéticas o sustituir ventanas caso de que la vivienda lo requiera”, añade Porras.