Que día tan feliz aquel 22 de noviembre de 2019, en estos días hago una reflexión creo que bastante profunda llegando a una conclusión: me equivoqué, me dejé llevar por el entusiasmo de dejar parte de mi vida en la Universidad para que todos mis queridos conquenses disfrutaran de la misma. Me estoy refiriendo a la colección de teléfonos antiguos que yo doné a la Diputación de mi querida Cuenca. ¿Hoy me pregunto y para qué hice yo esta donación?

Para nada, no la ven ni los estudiantes. El abandono y la desidia que parece que está tan organizada que el Sr. Rector Don Julián Garde, el Vicerrector de Cuenca, el Sr. director de la escuela politécnica han llegado a decir que para qué quieren ese montón de chatarra y que él no quería saber nada, pues me la devuelven y aquí no pasa nada.
Como se puede decir de algo que tiene un valor ya no sentimental, monetario, pero también histórico, Vds. no saben lo que tienen en esas vitrinas ni económico e histórico. Nadie con algunos mínimos conocimientos entendería que no se puede hablar así de algo que forma parte de la historia del mundo. Si yo tuviera que darles una clasificación se les caerían todas las plumas porque, hay que tener una mala baba de tomo y lomo (Cuenca no se merece estos personajes), no sé cómo serán como profesores ni me interesa, pero como administradores tienen mucho que desear.
El Sr. Rector de la UCLM un día me dijo en Alicante “en tres días te llamo”. Hasta hoy. A esto no sé cómo llamarle.
Espero que alguien algún día se preocupe de ese montón de chatarra y si no es así me la devuelven y tan feliz.
Vds. saben más menos el valor de esa humilde colección pues yo no la quise vender por más de 150.000 euros, para que Vds. la tengan como un montón de chatarra. (no tienen conocimiento por no decir otra cosa).
Amigo José Blas que poco me equivoque cuando tú y yo tuvimos alguna conversación donde yo te decía que no me gustaría que esta colección muriera en las vitrinas, va hacer cinco años y en las vitrinas siguen, que lastima no se hayan llevado a otro campus y alguna otra ciudad de la comunidad. Les podría decir muchas cosas, pero lo dejaremos así porque seguramente habrá alguna otra ocasión de hablar del tesoro que tenéis y que no lo conozca mi Cuenca eso no tiene perdón de Dios.
Desde mi atalaya todos los Conquenses quedan invitados a que conozcan la exposición permanente de teléfonos antiguos que tenéis en la Escuela Politécnica de Cuenca puedo aseguraros que es casi única en España y sin coste de entrada.
Por Francisco Page Collados (el Cabal)