Día importante el de ayer, 13 de junio, fecha en la que Antonio Pérez hubiese cumplido 91 años, para la Fundación Antonio Pérez (FAP), la Diputación Provincial de Cuenca y para todas las personas que conocieron, admiraron y quisieron. Una persona que supo ganarse por su manera de ser y estar el respeto y el cariño de mucha gente, tanto a nivel artístico como humano. Porque si algo destacaron todos los que participaron en cada uno de los actos fue su arte y su don de gentes. Dos cualidades que unidas, sin artificios, abrieron puertas y conquistaron corazones.
El homenaje comenzaba a las 10 de la mañana en el aula magna de la Facultad de Bellas Artes con una acto institucional que dio el inicio a una jornada compuesta de tres mesas redondas, una que se realizó posteriormente, otras dos que se llevaron a cabo por la tarde en el Centro de Arte Contemporáneo de Cuenca (sede de la FAP en Cuenca), un concierto y un cocktail con el que se cerró el evento.
El acto institucional fue presentado por la vicepresidenta de la FAP y diputada provincial de Cultura, María Ángeles Martínez y en él participaron el presidente de la Diputación provincial; Álvaro Martínez Chana, la viceconsejera de Cultura, Carmen Teresa Olmedo; el alcalde de Cuenca, Darío Dolz; la subdelegada del Gobierno, Mari Luz Fernández; el vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social, César Sánchez y el sobrino de Antonio Pérez, Jesús Zabala Pérez. Al acto asistieron otros muchos representantes de las instituciones, la universidad, la sociedad y cultura conquense, además de miembros del patronato, protectores y amigos de la Fundación. Las intervenciones estuvieron acompañadas por varios videos sobre su vida y amenizadas por la cantante Clara Serrano que interpretó tres canciones que le gustaban especialmente a Antonio Pérez.
Este mismo día, en la sede de la FAP en Sigüenza, pueblo natal de Antonio Pérez, recibía también un homenaje con una jornada de talleres, chalas y actividades en las que participaron 80 niños y niñas de la localidad.
“Le movía la pasión por lo que amaba”
En la primera mesa “(San) Antonio Pérez (de Cuenca)” participaron Jesús Carrascosa, director de la FAP, Manuel Fontán, director del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, Javier Rioyo, periodista cultural, José Antonio Sánchez, catedrático y profesor de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, Juan Manuel Bonet, crítico de arte, y el también crítico de arte Alfonso de la Torre.
“Me cambió la manera de entender el arte y la vida. A él le movía la pasión por lo que amaba y esta pasión la transmitía con sencillez” destacó Jesús Carrascosa, quien compartió con él muchos años, prácticamente desde que se creó la Fundación. Una fundación que fue para Juan Manuel Bonet una “grandísima idea que gracias al consenso político pudo ponerse en marcha y ahora crece sin parar” al igual que crecen sus “discípulos” a los que Antonio “enseñó a ver y a amar el arte y la cultura”. Porque al arte era para él, según Alfonso de La Torre “una forma de mirar la vida, una actitud en la que entraban la diversión, el humor, el colaboracionismo…”. Al igual que Alfonso, Javier Rioyo también destacó esta faceta de Antonio Pérez del que dijo que “se llevaba bien con todo el mundo, y tenía la dignidad para saber hablar y saber callarse”.
Manuel Fontán habló de las similitudes entre la figura de Antonio Pérez y la de Fernando Zóbel porque ambos coincidieron en su interés por coleccionar y conservar, su amor por los libros y su configuraron del contexto público del arte contemporáneo en nuestro país. Por último, para José Antonio Sánchez fue un maestro y un amigo, y su Fundación ha sido una segunda casa para muchos profesores y alumnos de la Facultad.
El coleccionista de objetos y amigos
Las mesas redondas realizadas por la tarde trataron sobre objetos, literatura y amigos. La primer “Nunca a casa irás sin una cosa más”, estuvo moderada por las conservadoras de la FAP, Mónica Muñoz y Mercedes de la Pola; y la segunda mesa, moderada por Santiago López, bibliotecario de la FAP, y Juan Membrillo, conservador de la FAP trató sobre los “Amigos encontrados”. En ambas mesas participaran artistas y amigos de Antonio Pérez, entre ellos Vicente García Plana, Ana Navarrete, Juan Solo, Ricardo Cadenas, José Ángel García, Chiqui Abril, Jorge Monedero, José Luis Jover, Santiago Muñoz, Victoria Santesmases, El Manchas y Manolo Cantero.
Se contaron anécdotas y se dijeron muchas cosas sobre Antonio, que fue “una figura podiédrica, irreverente con la política y la religión”, “un estímulo que hizo creer en la bondad humana”, “un artista en toda la amplitud de la palabra, lleno de curiosidad, ideas y entusiasmo por lo que le rodeaba”, “un descubridor de encuentros, primero mirar, después descubrir y luego coleccionar”, “un poeta fascinado y apasionado por el arte y la pintura sin pedantería”, “un verdadero coleccionista de amigos que dejó una huella imborrable entre los que lo conocieron, que miraba como un niño, enseñaba a los artistas a encontrar su estilo y no perdió nunca su capacidad de jugar”.
Para terminar el homenaje, se ofreció un concierto “Antonio Pérez in memoriam, Laudatio”, que llenó el salón de actos, compuesto de música española del siglo XX, con obras de M. De Falla y R. Halffter interpretadas por la soprano Alicia Sánchez, el barítono Carlos Lozano, y la pianista Marta Leiva; y en él se estrenó la obra Laudatio de José Miguel Moreno Sabio dedicada a Antonio Pérez.