Castilla-La Mancha es una región extensa, despoblada y con escasa competencia entre los partidos dominantes, popular (PP) y socialista (PSOE). Ambas organizaciones políticas gobiernan en las instituciones autonómicas, provinciales y municipales sin escuchar a la ciudadanía ni apreciar los resultados de su acción. Están habituadas a construir o destruir obras públicas (hospitales o líneas de ferrocarril) sin consultar la opinión ni los intereses de la gente.
Quienes detentan poder a nivel regional o municipal, aprovechan la despoblación para autorizar la instalación de empresas privadas que realizan proyectos desmesurados en contra de la ciudadanía. Permiten que empresas de ganadería industrial construyan enormes granjas de cerdos próximas a los pueblos, que causan un grave perjuicio medioambiental y social en las comarcas afectadas.
Las personas que habitan esos pueblos no quieren explotaciones de ganadería intensiva que contaminan las tierras, las aguas y apesten. Es una ciudadanía bien informada, políticamente muy activa que se enfrenta a los abusos de las autoridades mediante denuncias judiciales y fomentando la participación en asociaciones para hacer valer sus derechos.
La Coordinadora Stop Ganadería Industrial C-LM, respaldada por veintiséis asociaciones de pueblos de la región, exige al gobierno de García Page que hable menos de revertir la despoblación y no conceda autorizaciones delirantes para instalar macrogranjas sin agua para abastecer gorrinos cerca de los pueblos; pide que no oculte la contaminación debida a los purines de los cerdos (orines y estiércol); se queja del daño irreparable que las explotaciones ocasionan al turismo rural devaluando su patrimonio cultural.
Con la pretensión de dar una imagen más favorable de las empresas cárnicas se fundó en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) la cátedra de Incarlopsa.
No obstante, la contaminación y la contundente protesta de los pueblos obligan a las Cortes regionales a aprobar una moratoria, en vísperas de las pasadas elecciones autonómicas, para fingir que quieren frenar las explotaciones de ganadería industrial.
La falsa moratoria es un coladero que permite en la provincia de Cuenca la tramitación de decenas de grandes instalaciones que suman 112.188 cabezas de cerdo. En el pueblo Retamoso de la Jara (Toledo) de 109 habitantes, hace poco más de dos meses empezó a construirse una macrogranja a kilómetro y medio del núcleo urbano para albergar unos 7.200 cerdos de cebo.
La asociación ciudadana de Retamoso organizó una campaña de protesta bajo el lema “Sí a la Jara, No al purín «con el objetivo de recaudar fondos para llevar a los tribunales a la empresa y a la Administración autonómica. La campaña finalizará con el encuentro que la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial realice en Retamoso de la Jara los días 5 y 6 del próximo mes de octubre.
A la vista de lo expuesto, hay evidencias para afirmar que en la democracia vigente en Castilla-La Mancha, son las personas que viven en los pueblos quienes se enfrentan contra la despoblación. Se movilizan para disfrutar de un mundo rural con ganadería extensiva que ofrezca un empleo de calidad, proteja al medio natural, no contamine la tierra ni el agua, no amenace el turismo rural y contribuya a crear un modelo de desarrollo sostenible. Es admirable el entusiasmo y espíritu público de esta ciudadanía que lucha por su dignidad y para que tengamos unos pueblos vivos y sin contaminación.
Opinión de Fernando Casas Mínguez.