Demanda los datos de viajeros, el déficit y un debate ciudadano sobre servicios públicos recortados por equisCuenca
Han transcurrido 100 días desde que el ministerio de Transportes, en connivencia con algunas instituciones de la provincia de Cuenca, decidiera suspender la relación ferroviaria Madrid-Cuenca-Valencia y las obligaciones de servicio público adscritas a estos trenes. Como alternativa a la desinversión activa en Cuenca y a priorizar dotaciones en otros territorios, que han sido reconocidas por los burócratas del Ministerio de Transporte, Renfe y Adif, se propuso sustituir el ferrocarril por un “proyecto integral de movilidad territorial coordinada”. Este proyecto, conocido como planequisCuenca que, según las administraciones firmantes del protocolo, mejoraría las oportunidades de desplazarse -al respecto, se prometieron billetes desde 7 euros- y, asimismo, se reducirían los tiempos de viaje. Con la base de las ideas de una organización empresarial, cuyo planteamiento es retirar las vías del tren, hasta ahora, el planequisCuenca no ha ofrecido otra cosa que privatizar un servicio público a beneficio de concesionarias de autobuses, un hecho insólito en Europa. Circulaciones por carretera que pueden llegar a duplicar los tiempos de viaje y cuadruplicar los precios del transporte a recaer en los usuarios.
Sirvan como ejemplo de las nulas bases del planequisCuenca, los autobuses sustitutivos del tren entre Aranjuez, Cuenca y Utiel que, además, notifican en sus horarios no ofrecer enlace oficial con los trenes ave. Con la advertencia de que el colosal aumento de los tiempos de recorrido ha disuadido a los usuarios de acceder a los billetes gratuitos ofrecidos por el gobierno de España para viajes regionales. Por otra parte, los autobuses urbanos de Cuenca que, por la incapacidad del equipo de gobierno de su ayuntamiento, no se ofrecen de forma coordinada con las llegadas y salidas de los trenes de alta velocidad. En el caso de los servicios Astra, estos subordinan sus horarios a conectar con aves a Madrid y, con esta servidumbre, penalizan la llegada al centro de Cuenca para que las personas puedan recibir las atenciones de la ciudad. Además, se desconoce la ocupación del tren madrugador y el déficit de este, para comprobar si cumple o no con los criterios para ser declarado obligación de servicio público o, como ya ocurrió hace una década, debe ser suprimido.
Recordemos que el planequisCuenca se presentó para maximizar “el beneficio social de los fondos públicos invertidos/gastados: no ahorramos, pero gastamos mejor”. Pues bien, no ahorra y, asimismo, por su improvisación y estar sometido a intereses privados, gasta peor. El planequisCuenca presenta muy bajos niveles de utilización, aprovechamiento y es altamente deficitario. En definitiva, no cumple con los principios de eficiencia, economía, sostenibilidad y equidad, que los ciudadanos deben exigir a las administraciones.
Con objeto de propiciar un debate público entre la ciudadanía conquense y la de otras provincias afectadas, desde la Plataforma Ferroviaria se exige la comparecencia de los firmantes del planequisCuenca para que ofrezcan a la consideración de las personas: 1) cuantificar la desinversión reconocida por el ministerio de Transporte y Adif en la línea Aranjuez-Cuenca-Utiel y en la provincia de Cuenca, 2) número de viajeros en autobús entre Aranjuez-Cuenca-Utiel, 3) beneficiados por los bonos de transporte gratuitos y subvencionados, 4) desglose de usuarios por servicios Astra, 5) usuarios del Avant madrugador, 6) déficit de estos servicios privatizados.
Ante el rotundo fracaso del planequisCuenca, es la hora para que la ciudadanía construya una movilidad moderna y adaptada a las necesidades de las personas.