El gobierno de Emiliano García Page utiliza los fondos europeos para hacer lo que le da la gana sin contar con la ciudadanía. Como muestra de este afán de emprender proyectos que la ciudadanía no demanda, pero que el gobierno se empeña en llevar a cabo es el de los remontes para el casco antiguo de Cuenca. La asociación de vecinos ha manifestado reiteradamente que sus prioridades eran la limpieza, estado de las aceras, la seguridad, el transporte público, el control del tráfico, los aparcamientos etc., antes que un proyecto mecánico para facilitar la subida de turistas. Pero el gobierno de Page, prescindiendo absolutamente de la opinión ciudadana, comunicó en agosto del 2023 la decisión de que financiaba con fondos europeos el proyecto de los remontes mecánicos al casco y serían unos 13 millones de euros. En noviembre del 2023 subió la cifra a 15.069.067,62 de euros y ahora el presupuesto ronda los 15,6 millones teniendo que participar en la inversión la Junta y el Ayuntamiento, aunque cuenten con fondos del Plan de Resiliencia.
El proyecto “para garantizar una accesibilidad universal” al casco antiguo consiste en un mecanismo de escaleras mecánicas y ascensores. Según el ejecutivo regional, la obra iba a tener el mínimo impacto visual, ya que se va a soterrar “lo máximo posible” el trazado de las escaleras mecánicas y los ascensores bajo las zonas verdes existentes. El gobierno de Page habló de “la integración arquitectónica y paisajística” del nuevo acceso “con el resto de edificios históricos y bancales existentes”.
Sin embargo, el proyecto ha comenzado la integración paisajística destruyendo todos los árboles de los bancales. Desde la calle contigua – la ronda de Santa Catalina- se contempla el desastre provocado: los árboles talados y los tocones de los árboles como un catálogo de horrores. Esta destrucción disparatada contradice el proyecto, es un desprecio a la ciudadanía y burla el compromiso del gobierno regional de proteger, preservar y potenciar el patrimonio de la ciudad de Cuenca. Lo más peliagudo del asunto es que la destrucción de los árboles va en contra de la finalidad establecida por la Unión Europea, cuyos fondos financian el proyecto. Ya que la finalidad del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), es apoyar la inversión y las reformas en los Estados Miembros para lograr una recuperación sostenible y resiliente, al tiempo que se promueven las prioridades ecológicas de la Unión Europea.
Por lo tanto, como la ejecución del proyecto está yendo en contra de lo establecido en el Plan de Recuperación y resiliencia, la ciudadanía ha recurrido ante la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para denunciar el doble atentado cometido en el casco antiguo de Cuenca por el gobierno de Castilla-La Mancha: no respeta la opinión ciudadana y realiza con fondos europeos una destrucción irracional de los árboles de la ciudad.
Opinión de Fernando Casas Mínguez.