El Liberbank Cuenca perdió en casa ante el Rhein-Neckar Löwen 28-33 en un partido igualado que se resolvió en el final
Como si fuera luchador de élite, el equipo alemán se plantó en El Sargal con solo un único objetivo: ganar para sanar las heridas. Heridas que habían acumulado en Bundesliga, consiguiendo solo una victoria en los últimos cinco partidos de la competición. Frente a ellos, El Ciudad Encantada mostraba ilusión en cada duelo que jugaba como si fuese el último. Como si hablamos de un sueño que quiere prolongar hasta el último instante. Además, el aficionado balonmanista fue un factor que necesitaba, ahora más que nunca, el equipo conquense.
Con todos los preparativos previos, cábalas y rituales, los jugadores salieron a la pista para vivir un partido que pasará a la historia del club castellanomanchego. Después del reconocimiento Gedeon Guardiola de parte de la directiva local por el campeonato europeo de principio de año, el colegiado dio inicio al partido y la primera posesión era para el equipo dirigido por Lidio Jiménez.
La gran actuación de la dupla brasileña y del director de orquesta Natán Suárez sirvieron para plantar cara a su rival en los primeros compases del partido. A pesar de partir como favoritos, los alemanes palmaban en el ecuador de la primera parte, momento cuando Michel Abt y Oliver Roggisch, entrenadores provisionales debido al despido de Kristian Andrésson este sábado, solicitaron un tiempo muerto. Toda la tensión de ir por detrás en el marcador la liberó Kirkelokke con su entrada en el 40×20 y sus internadas claves para su equipo, llevando el partido al descanso con un 16-16 que pudo disolver Doldán sobre el final. Sin embargo, Palicka leyó las intenciones del italoargentino y protegió el empate.
En esta gran primera parte donde habían sido superior los conquenses, el objetivo era igualar lo ocurrido. Sin embargo, una exclusión de Moscariello ponía las cosas cuesta arriba. Y más cuando el rival se ponía dos arriba (16-18) con gol de Schmid. Lejos de bajar los brazos y rendirse, el Liberbank Cuenca tiró de lo que le sobra, garra y corazón, para ganar el partido. Sin embargo, los alemanes mostraron más fondo de armario que fue fundamental para ponerse por delante en el marcador cuatro arriba, 21-25.
Con la lengua fuera como el coyote intentando alcanzar al correcaminos, el partido terminó con 28-33, con un resultado abultado que no simboliza lo ocurrido en El Sargal. Ambos equipos se volverán a ver las caras, esta vez en el SAP Arena el próximo miércoles 26 de febrero.
Ficha técnica
Liberbank Cuenca 28: Leo Maciel (Samu Ibáñez); Dutra (9, 4p.), Suárez (4), Thiago Alves (6), Manu Diaz (1), Moscariello, Sergio López (1); Doldán (2), Eskericic (4), Taravilla, Arce (1), Lindblad.
Rhein-Neckar Löwen 33: Appelgren (Palicka); Schmid (7), Groetzki (4), Gensheimer (8, 1p.), Petersson (1), Mensah Larsen (4), Kohlbacher; Kirkelokke (8), Gedeón Guadiola (1), Abutovic, Tollbring.
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 6-6, 10-8, 11-11, 14-13, 16-16; 18-20, 19-20, 21-23, 22-27, 25-30, 28-33
Árbitros: Pandzic y Mosorinski (Serbia). Excluyeron a Moscarillo por el Liberbank Cuenca y a Abutovic y Gedeón Guardiola por el Rhein-Neckar Löwen.
Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo B de la Copa EHF. Pabellón El Sargal, de Cuenca, 1.900 espectadores.
Por Nahuel Briscek
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