El Grupo de Desarrollo Rural PRODESE ha participado en las mesas de trabajo impulsadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para diseñar las acciones que acompañarán la implementación del Fondo Social por el Cambio Climático, unas líneas de ayuda que llegarán en 2027.
PRODESE asistió a esta jornada en representación de los tres Grupos de Desarrollo Rural que han formado parte del proyecto de cooperación ‘HabitaRural’: Tierras Sorianas del Cid (Soria), AGUJAMA (Teruel) y PRODESE (Serranía de Cuenca).
Esta participación activa ha contribuido a que la administración nacional escuche de primera mano la voz del territorio y la tenga en cuenta en el diseño de políticas públicas más eficaces, equitativas y alineadas con los principios del desarrollo territorial sostenible.
A través de la presencia coordinada en las mesas, se han visibilizado los desafíos comunes del medio rural, como la despoblación, la falta de vivienda adecuada, la movilidad o el acceso a servicios básicos, y se han trasladado propuestas concretas para abordarlos.
La presidenta de PRODESE, Coral Pardo, ha señalado que “el medio rural está cada vez más presente en los foros donde se toman decisiones y cada vez se le tiene más en cuenta” y ha añadido que “nuestra presencia ha sido muy importante puesto que se ha conseguido incorporar la visión rural, con el objetivo de que las futuras líneas de ayuda respondan a las condiciones específicas de estos territorios”.
“Hemos incidido en lo que será uno de nuestros principales retos, como es la elaboración de estrategias a futuro para intentar afrontar el problema de la vivienda o de las comunicaciones, haciéndolo de la manera menos contaminante posible y con medidas que faciliten llegar a conseguir los retos medioambientales”, señalaba Pardo.
En este sentido, daba las gracias a los Grupos que han participado junto a PRODESE en el proyecto ‘HabitaRural’ “por confiar en nosotros para representar esa visión rural y para hablar de la experiencia adquirida en el proyecto”.
El futuro Fondo Social por el Cambio Climático representa una herramienta clave para asegurar una transición ecológica justa e inclusiva. Nace para dar respuesta a los impactos derivados de la inclusión de sectores como la vivienda y el transporte en el mercado regulado de emisiones, lo que puede afectar especialmente a la población más vulnerable, como ocurre en muchas zonas rurales donde las dificultades de acceso a alternativas sostenibles son mayores.
Propuestas destacadas
Entre las propuestas más destacadas, compartida por todas las mesas, está la necesidad de crear una Agencia u Oficina de Vivienda Territorial. Esta figura permitiría prestar asesoramiento a ayuntamientos, microempresas y población vulnerable para facilitar la rehabilitación energética, reducir la huella de carbono, incrementar la oferta de vivienda en el medio rural y responder a las necesidades de movilidad en los territorios más despoblados.
Otras medidas planteadas en las mesas de trabajo han incluido la ampliación y mejora en la efectividad del bono social energético, el impulso decidido a las comunidades energéticas locales como herramienta de democratización de la energía, y la necesidad de adaptar el sistema fiscal para facilitar la recepción de ayudas por parte de la ciudadanía vulnerable y las entidades locales, sustitución progresiva de sistemas de calefacción y movilidad basada en combustibles fósiles, entre otras. Estas propuestas reflejan una mirada integral al reto de la transición ecológica en el medio rural, combinando soluciones estructurales con herramientas de apoyo directo.
