La Cruz de Mayo y el Castillo en Las Majadas
En Las Majadas, en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca celebran, y de qué manera, la Cruz de Mayo. La invención de la Santa Cruz que, al cristianizarse, ha servido para la representación de las cruces. Para adornarlas con motivos vegetales.
Todo esto ocurre en lo que fuera salón de aquellos teleclubes de principio de los años 80 en donde, hoy, se reúnen las mujeres: Angelina, Amelia (la más veterana), Mª Jesús, Neli, Remedios y las chicas del pueblo: las que viven aquí, como Leire, que este año acaba 3º de la ESO o las que, fruto de la emigración, nacieron en Madrid como es el caso de Eva que finalizará 2º.
Mientras la cruz de Mayo se va formando para el canto del mayo de esta noche, y para la procesión del día 3, se ha ido construyendo el Castillo: una especie de monumento que alcanzará los 3 metros de altura, construido con troncos de pino entrelazados, dejando los más gruesos en la base. Desde hace unos años, la mayor parte del trabajo se hace con la ayuda de motosierras, pero, antes, además de “robar” la leñas de las “cinas” de los vecinos, eran los mozos los encargados de llevar a cabo la tarea de construir el castillo, levantándolo desde el interior al tiempo que apoyaban los pies en los travesaños.
El castillo que, de torre hasta hace pocos años, ha evolucionado a una especie de pirámide a la que prenderán fuego esta con el canto del Mayo.