Queridas Mujeres Rurales de Cuenca:
Hoy, 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, escribo esta carta para rendir un homenaje a todas vosotras, que hacéis posible la vida en nuestros pueblos. Para felicitaros por vuestro trabajo, compromiso y fortaleza, con la que sostenéis la economía, el desarrollo y la esperanza de la provincia de Cuenca.
Este año, desde AFAMMER hemos puesto el foco en la conmemoración que además tiene un significado muy especial: ya que se cumplen 30 años de la Plataforma de Acción de Beijing, y Naciones Unidas ha declarado 2026 como Año Internacional de la Mujer Agricultora. Estos dos reconocimientos nos recuerdan algo esencial: sin mujeres no hay mundo rural, y sin mundo rural no hay futuro.
Sabemos que el envejecimiento y la despoblación amenazan el relevo generacional y son dos de los retos demográficos a afrontar. Que muchas mujeres siguen marchándose por falta de servicios, de oportunidades o de reconocimiento. Y con cada partida se apaga una parte del alma de nuestros pueblos.
Por eso, desde AFAMMER reafirmamos nuestro compromiso con las mujeres rurales de la provincia de Cuenca, exigiendo igualdad real de oportunidades. Vivir en un pueblo no puede significar renunciar a servicios, al empleo, a una vivienda digna o a la conectividad.
Necesitamos políticas que impulsen el emprendimiento femenino, el acceso a la tierra, la digitalización del campo, y la presencia activa de las mujeres en los espacios de decisión.
También debemos hablar de la soledad no deseada, de la corresponsabilidad en los cuidados, y de la violencia de género que aún se silencia en algunos municipios. Ninguna mujer rural debe sentirse sola ni invisible.
Desde AFAMMER Mujeres Girasoles, seguiremos alzando la voz social de la cultura y de un mundo rural sinónimo de igualdad, justicia y futuro compartido. Porque cuando una mujer se marcha, se apagan muchas luces, pero cuando una mujer rural prospera, florece todo un pueblo.
Las ciudades y los pueblos deben caminar en proyectos de colaboración. La integración urbano‑rural es clave para que construyamos un futuro digno, diverso y lleno de vida. Lleguemos a todos los foros rurales y también a los urbanos para mostrar nuestra valía y participar en iniciativas que mejoran la realidad que se vive actualmente, para sembrar conciencia en la sociedad de lo importante que es apostar por la igualdad de oportunidades para las mujeres de los territorios que están deseosos de florecer.
Con todo mi afecto,
Yolanda Martínez Urbina