Un total de 38 colectivos vecinales contra proyectos de macrogranjas y macroplantas de biogás-biometano convocan una protesta a las 12 horas ante el Palacio de Congresos de Albacete, sede del acto institucional del Día de Castilla-La Mancha. Se rechaza la apuesta del ejecutivo regional por un modelo de ganadería industrial con graves efectos contaminantes sobre el agua, la tierra y el aire, que no fija población y que ha barrido la ganadería tradicional.
También se rechazan los numerosos proyectos de macroplantas de biogás que están proliferando en varios municipios de la región y que se consideran desproporcionadas en tamaño, y que, a su vez, crearán el efecto llamada para instalar más macrogranjas. Ya están afectados por proyectos de macroplantas de biogás municipios como Almansa, Campo de Criptana, Chinchilla, Madridejos, Socuéllamos, Carrión de Calatrava, Torralba de Calatrava…
Está acción se enmarca dentro de las decenas de concentraciones simultáneas el próximo sábado 31 de mayo que tienen como denominador común el rechazo a los proyectos que convierten la España rural en zona de sacrificio, bajo el lema “Ni en tu pueblo ni en el mío”. Desde Galicia hasta Andalucía, pasando por Castilla y León, Castilla-La Mancha, Murcia, Extremadura, Navarra o Catalunya, colectivos vecinales de municipios afectados saldrán a la calle para denunciar un modelo que “degrada el territorio y pone en riesgo la salud de las personas”. Argumentan “que se está implantando con prisas, sin transparencia y sin escuchar a la ciudadanía, atendiendo únicamente a los intereses de grandes energéticas y de patronales, tanto del sector del biogás, como de grandes cárnicas de porcino y aviar”.
Fin de la moratoria porcina y boom de las macroplantas de biogás-biometano
Se da la circunstancia que la Junta de Castilla-La Mancha ha notificado a los promotores de los 61 proyectos cuya tramitación quedó en pausa durante la moratoria si desean reactivar la tramitación. Se encuentran en 43 municipios de las 5 provincias.
En el caso de que se reactivaran los 61 proyectos pausados (entre nuevas macrogranjas y ampliaciones) el censo porcino de Castilla-La Mancha se incrementaría en 362.863 cabezas, un 19% más de cerdos respecto a la cifra actual (Registro Ganadero de enero 2025 – Ministerio de Agricultura).
En la región el 47% de la superficie ya es zona vulnerable a nitratos. Aun así, la Consejería de Desarrollo Sostenible de C-LM sostiene que la ganadería industrial tiene todavía mucho margen de crecimiento en nuestra región, poniendo como ejemplo Cataluña y Aragón, por lo que no se plantea limitación a su crecimiento.
Un modelo que sacrifica las zonas rurales
Este modelo de macrogranjas y macroplantas de biogás pone en riesgo un bien tan preciado como es el agua y comporta emisiones de gases contaminantes y tóxicos para las poblaciones dónde se desarrolla.
Según las organizaciones convocantes, las macrogranjas suponen unos riesgos sanitarios inaceptables por la necesidad de tratamiento farmacológico de los animales hacinados en los edificios, (según los estudios científicos uno de cada cinco antibióticos han dejado de ser efectivos únicamente a causa de las resistencias creadas por bacterias en la cadena de producción de la ganadería industrial), y mención aparte merece el creciente riesgo de zoonosis.
España es el cuarto productor del mundo en carne de cerdo (datos de FAO), a pesar de que estamos a años luz de los recursos hídricos, superficie y población del resto de potencias porcinas (China, EEUU, Brasil y Rusia). Los convocantes se preguntan: ¿Tiene sentido que España comprometa sus recursos naturales para producir un volumen de carne de cerdo que supera ampliamente sus necesidades? Solo las empresas cárnicas, y ahora los promotores de macroplantas de biogás, ganan en esta carrera desenfrenada por producir cada vez más. El resto perdemos, sobre todo los pueblos donde se instalan las macrogranjas. No queremos ser territorio de sacrificio para el beneficio de unos pocos.