La vicepresidenta de la Diputación de Cuenca, Nuria Illana, ha valorado esta mañana los datos de población publicados por el Instituto Nacional de Estadística que cifra el número de residentes en la provincia en 198.626 personas a fecha de 1 de julio de 2023. Esta cifra es prácticamente inferior que la ofrecida en abril, pero el dato interanual es positivo, ya que 1.196 vecinos más que hace un año, es decir, un aumento del 0,6%.
La vicepresidenta, Nuria Illana, ha valorado estos datos como positivos, ya que reafirman la tendencia de población que está viviendo Cuenca durante los últimos años donde “hemos frenado la sangría y vamos consolidando este aumento paulatino”. Todos los proyectos que se ponen en marcha desde la institución provincial tienen como fin último el de mejorar la calidad de vida de las personas que viven en el medio rural para que puedan vivir “donde ellas quieran”.
A pesar de reconocer que la cifra es ligeramente inferior a la ofrecida por el INE en el mes de abril, considera que hay datos que son muy buenos como por ejemplo que haya 309 personas más entre 17 y 28 años que hace un año para llegar hasta los 24.882. Illana considera que es importante que esta población joven esté aumentando en la provincia porque son la que fija población y significa que están encontrando oportunidades laborales en nuestros pueblos.
Está siendo un trabajo de todos ha señalado Illana, ya que la Diputación de Cuenca tiene medidas concretas para luchar contra la despoblación como el proyecto Arraigo, pero también ha reconocido medidas tomadas por otras administraciones como la Ley de medidas económicas, sociales y tributarias frente a la Despoblación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha o las ayudas al funcionamiento puestas en marcha por el Ministerio de Reto Demográfico.
Illana considera que la discriminación positiva en estas zonas con menos densidad de población, unido al cambio de mentalidad que se está produciendo con la vida en el mundo rural nos hacen “ser optimista en esta lucha”, aunque también ha querido dejar claro que es un reto a medio plazo, ya que harán falta décadas para revertir este proceso.
La vicepresidenta ha hecho estas declaraciones durante su visita al municipio de Arcos de la Sierra, una pequeña localidad serrana donde la Diputación de Cuenca contribuye al mantenimiento de servicios como la contratación de personal administrativo, las actuaciones culturales o la rehabilitación del consultorio, gracias al convenio suscrito con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
En esta visita ha estado acompañada por el alcalde de Arcos de la Sierra, Jaime Pozuelo, el concejal, Timoteo Navalón, quienes han aprovechado la ocasión para detallar las necesidades que tiene el municipio en materia de parques infantiles, algo en lo que va a colaborar la Diputación de Cuenca con el objetivo de mejorar los servicios que reciben los más pequeños.