Bajo el lema de la campaña «Hay un producto de Comercio Justo para cada momento del día» Cáritas quiere recordar que, con nuestro consumo cotidiano, podemos contribuir a la lucha contra las desigualdades, la pobreza y los efectos del cambio climático.
Naciones Unidas estima que 700 millones de personas continúan viviendo en la pobreza, y el número de personas que pasan hambre es superior al de hace 15 años. Además, la emergencia climática y sus efectos devastadores continúan avanzando, 2024 fue el año más cálido del planeta. Ante ello, el Comercio Justo es una alternativa que facilita a la ciudadanía su contribución de manera cotidiana a la lucha contra estos retos globales.
En el Día Mundial del Comercio Justo Cáritas quiere destacar que a lo largo del día podemos elegir productos que garantizan condiciones dignas y derechos para quienes los elaboran, y cuya producción es respetuosa con el entorno natural.
Desde por la mañana hasta por la noche los consumidores y las consumidoras podemos optar por productos de alimentación, ropa, complementos, artículos de higiene personal, menaje de hogar o juguetes de Comercio Justo. Con ellos se garantiza el respeto a los derechos humanos y laborales: condiciones dignas, salarios adecuados, precios que cubren costes de producción sostenible, igualdad salarial entre mujeres y hombres y no explotación laboral infantil. Además, su producción es respetuosa con el entorno natural.
Modelo de producción y consumo insostenibles.
El manifiesto de la Campaña nos alerta una vez más de la emergencia climática. Sus efectos son cada vez más devastadores y frecuentes. Estas problemáticas globales tienen varias causas, pero sin duda, el modelo de producción y consumo actual es uno de los principales. Por ejemplo, la industria textil es una de las más contaminantes, produce el 10% de las emisiones totales de CO2. Además, el salario de quienes trabajan ahí, en su mayoría mujeres y de países asiáticos como Bangladés, está muy lejos de ser un salario digno. Ante todo, ello, empresas, gobiernos e instituciones internacionales tienen un papel decisivo. Por eso nos preocupan los retrocesos en aspectos legales y propuestas políticas como los que estamos viendo en la Unión Europea. Nos preocupa la falta de compromiso ante la emergencia climática y las decisiones que anteponen el lucro económico y las exigencias de las empresas por delante de los derechos humanos y la protección del planeta.
Pero los consumidores y las consumidoras también tenemos un papel importante. Con nuestras decisiones sobre los productos que utilizamos en nuestro día a día podemos contribuir a avanzar hacia un mundo más respetuoso, equitativo y sostenible. El Comercio Justo respeta los derechos humanos y laborales y protege el medio ambiente. Por eso decimos que el Comercio Justo le sienta bien a todo el mundo.
La Red de Comercio Justo de Cáritas se unirá durante varios días a la celebración de este día con diferentes actos y actividades que puedes consultar en: https://comerciojusto.org/celebramos-el-dia-mundial-del-comercio-justo-te-unes/