El pasado mes de abril la Consejería de Desarrollo Sostenible inició el proceso participativo del nuevo Decreto que regula las medidas a adoptar en las zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos procedentes de fuentes agrarias.
Se da la circunstancia de que Castilla-La Mancha es la región con mayor superficie de zonas vulnerables por nitratos de toda España, tanto en hectáreas (3,7 millones de hectáreas), como en porcentaje sobre la superficie total (el 46,4%) según el Ministerio de Transición Ecológica.
Esto ha tenido un efecto en la calidad del agua del grifo. Según los datos del Ministerio de Sanidad, desde 2016 58 municipios de la región han superado en algún momento los 50 miligramos de nitratos por litro de agua, lo que implica que el agua deja de ser potable debido a los riesgos para la salud que suponen las elevadas concentraciones de nitratos.
Además, en marzo de 2024, el Tribunal de Justicia Europeo condenó a España por no tomar suficientes medidas ante la creciente contaminación por nitratos, remarcando la inacción de ciertos gobiernos regionales, como el de Castilla-La Mancha.
Las conclusiones de los informes encargados por la Junta
Los informes y estudios encargados por la Junta, tanto a Tragsatec como al CSIC, concluyen que no se realizan las suficientes analíticas y que la red de control, tanto de aguas subterráneas como de superficiales, ha de ser ampliada y debe ser más representativa: “Se ha detectado una red de control de seguimiento con una densidad de estaciones insuficiente”.
Respecto a la contaminación, los informes afirman que “las tendencias medias de concentración de nitratos para las aguas subterráneas en las estaciones de control dentro de las zonas vulnerables actualmente designadas van en general en aumento, excepto para la zona vulnerable Campo de Montiel”.
Estos informes hablan reiteradamente de las presiones agrarias y ganaderas y vinculan el aumento de zonas vulnerables a la conversión del secano a regadío, lo que en ocasiones supone triplicar la demanda de fertilización, y al aumento de tamaño de las explotaciones ganaderas.
Se desoye a las Confederaciones
La Confederación Hidrográfica del Guadiana apunta en sus recomendaciones la necesidad de aumentar las inspecciones in situ y el establecimiento de medidas más coercitivas contra las malas prácticas.
Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Segura afirma en sus indicaciones que “la aplicación hasta la fecha de los programas de acción no ha logrado la reversión de la problemática de la contaminación por nitratos de origen agrario en las aguas continentales” y propone como medidas reforzadas la “prohibición de transformación de terrenos en regadío en las zonas declaradas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario y de la implantación de nuevas instalaciones, o la ampliación de las existentes, destinadas a la cría de animales en explotaciones ganaderas”.
Stop Ganadería Industrial C-LM y Ecologistas en Acción han presentado alegaciones al borrador del decreto y acusan a la Junta de Comunidades de hacer caso omiso a las recomendaciones que abordarían el problema y de empeñarse en medidas que han demostrado su completa ineficacia: “Es un despropósito que se aumente la cantidad de nitrógeno permitida en algunos cultivos de regadío y que se admita como garantía una simple declaración responsable en el plan de gestión de purines”.
Los niveles de nitratos en la región han ido en aumento, a pesar de las diferentes normas que se han ido dictando. Desde 1998 la Junta de Castilla-La Mancha ha dictado 11 normas relativas a la lucha contra la contaminación por nitratos, lo cual según Ecologistas en Acción, debería llevar a la Junta a una profunda reflexión de porqué las medidas no han surtido el efecto deseado.