La reciente medida aprobada por el Ayuntamiento de Cuenca, que establece una bonificación del 50% en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica para turismos Eco y Cero durante los primeros cinco años, llega acompañada de un incremento general del coeficiente del impuesto de 1,75 a 1,82. Esta decisión, que afecta directamente a la mayoría de las familias conquenses, no representa un verdadero incentivo medioambiental, sino una estrategia fiscal que incrementará los ingresos municipales a expensas de los ciudadanos.
Si bien el equipo de gobierno ha defendido la medida como una iniciativa en favor del medioambiente, este beneficio está supeditado a un aumento del impuesto generalizado para el resto de los vehículos.
En realidad, se trata de una acción compensatoria que pretende sostener el Plan de Ajuste del Ayuntamiento, lo que demuestra que el carácter recaudatorio pesa más que el impacto medioambiental que nuestra ciudad merece y necesita. Cabe recordar que, aunque pueda sorprender, la calidad del aire en Cuenca dista de ser óptima y exige acciones contundentes y directas, en lugar de medidas compensatorias cuyo impacto neto es cuestionable.
Es llamativo que el bloque de la izquierda, siempre defensor de los aspectos medioambientales, han primado el incremento fiscal en lugar de priorizar la lucha medioambiental.
Desde el Grupo Municipal Popular, se sigue apostando por la bonificación a los vehículos menos contaminantes y teniendo en cuenta que se eliminan las exenciones fiscales a los vehículos considerados como clásicos no ven lógico el incremento del coeficiente de incremento único.
Con esta medida, el Ayuntamiento parece dar la espalda a una oportunidad clave para mejorar la calidad ambiental de Cuenca, desviando el foco hacia la recaudación. Desde el Partido Popular reiteramos nuestro compromiso en defensa de una gestión pública que busque auténticos beneficios medioambientales y apoye a los ciudadanos sin imponer cargas innecesarias.