Este lunes tocaba sufrir en una etapa largísima, una especial de 430km que los conquenses Manolo y Mónica Plaza han logrado finalizar con éxito.
El equipo Sodicars ha mantenido un gran ritmo durante la prrimera parte de la carrera, con piloto y copiloto compenetrados y sacándole todo el potencial al coche.
«Tenemos una sensación agridulce. Por una parte, estamos contentos con el ritmo que hemos logrado marcar. Por la otra, nos están persiguiendo los incidentes. Pero ha sido una evolución en positivo respecto a la jornada de ayer. Estamos convencidos de que mañana será aún mejor. Tenemos una actitud positiva», aseguran.
«El de 2023 prometía ser el Dakar más duro de la historia y al menos podemos decir que estas dos primeras etapas están dejando el listón muy alto», asegura Manolo Plaza, con 15 dakares a sus espaldas.
La prueba, con un enlace de 158km, discurrió entre el Sea Camp y Al Ula. Un terreno muy pedregoso que ha puesto en jaque a todos los equipos. El equipo Sodicars no ha pinchado, aunque tuvieron que hacer frente a un problema eléctrico que les obligó a parar y repararlo. Afortunadamente pudieron resolverlo y continuar. Han completado el recorrido en 8:51:17, siendo el 51 coche en cruzar la meta.