Martín Ariel, el perro que no muerde (como se le menciona en la megafonía instantes antes de los partidos) Doldán, uno de los encargados de fulminar la portería rival, es un pivote argentino que juega en el Liberbank Cuenca. Con treinta y tres años y esa ilusión intacta, se plantó delante de una conversación donde lo más importante lo dijo él. Tras un entrenamiento, junto a su equipación para la ocasión, se sentó con total cordialidad en el banquillo donde se realizó la entrevista. Se atrevió a todo, primero conocimos a la persona detrás de ese 6 para conocer al portador de esa camiseta.
+No me gustaría que me juzgues, pero voy a empezar con preguntas para conocer a la persona, no al jugador. La primera duda que tuve desde que te conocí como argentino es si te gusta más el mate amargo o dulce.
-Dulce siempre, desde chiquito. Y si se puede alguna cascarita de naranja mejor. Soy un poco anti argentino, la verdad no soy tampoco tan fiel al mate, me gusta, pero tampoco tanto.
+ ¿Qué música sueles escuchar?
-Me gusta un poco de todo. Me gusta el rock nacional (argentino) capaz alguna canción vieja, callejero. Y si no lo que van poniendo aquí en el vestuario, música más actual.
+ ¿Estudiante y todo, ¿van bien los estudios?
-Bueno, eso intento. Tengo algunas de segundo otras de tercero (en ADE) estoy en la mitad.
+ ¿Cuál fue el mejor momento de tu vida y, si te atreves a decirme el peor, el peor?
-El mejor, sin duda, cuando nació mi hijo. Fue un antes y un después en mi vida y me marcó para siempre. Y el peor por suerte todavía no me tocó vivirlo.
+ ¿Cuál fue el gol que más gritaste?
-El partido, aquí, metí un gol cuando clasificamos por primera vez a Europa contra Huesca. La verdad, lo grité bastante.
+ Nacido en Buenos Aires, internacional con Italia, ¿cómo es eso?
-Yo jugué todas las inferiores en Argentina.
+ ¿En el más grande de Argentina?
-Sí, en el más grande (risas) estuve en River los últimos dos años antes de venirme a Italia. A los 23 años cuando estaba en Italia cambiaron las reglas y me ofrecieron jugar para la selección. En ese momento se podían hacer dos cambios. En Argentina no tenía lugar por el momento y acepté para más adelante volver. Pero bueno después no se dio. Tuve lindas experiencias con Italia, me abrieron muchas puertas en los años que estuve jugando ahí.
+ Del Bologna Handball United te fuiste al Kabuscorp de Luanda en Angola. ¿Cómo fue la vida en Angola? ¿Qué te llevas del país africano?
-Fue toda una experiencia. Primero y principal, nunca había estado en África y fue un choque muy fuerte ver a la gente, ver cómo viven. Te hace aprender mucho y te hace valorar más las cosas que uno tiene aquí. Fue una linda experiencia, gracias a un contacto que tenía, hacía falta un pívot en un equipo Angola.
+ He visto vídeos tuyos hablando italiano, en Angola se habla portugués ¿dominas igual el portugués que el italiano?
-Me defiendo, pero no, puedo hablar alguna que otra palabrita, pero no falo portugués (risas) En el colegio hablábamos portugués en Argentina.
+ ¿En Angola el balonmano es como en Argentina?
-Es un nivel bajo, sí es verdad que los primeros tres equipos tienen dinero y podrían jugar en alguna liga europea. Pero es un nivel bajo.
+ Volviendo a la actualidad, ¿cómo te sientes en Cuenca?
-Me siento bien, llevaba muchos años cambiando de equipo y de ciudad. En Cuenca encontré un conjunto de cosas que me hizo sentirme bien y tener ganas de seguir.
+ Tienes 33 años no sé cuando tienes pensado decirle adiós al balonmano.
-Y la verdad que sí, se siente cada vez más son las molestias, pero bueno, hasta que no sienta que no se pueda más voy a seguir y me veo bien físicamente, espero que pueda seguir varios años más.
+ ¿Aquí?
-Puede ser.
+ ¿Qué te hizo elegir la posición de pívot?
-Me gustaba más jugar de lateral izquierdo. Típico de más joven pero bueno, vi que no tenía tantas posibilidades. Me llamaron de la selección argentina y vi que, de pivote, como soy grande, tal vez tenía más proyección y elegí ahí
+ Si a Moscariello, Colo, Maciel, Baronetto y Doldán le sumamos Simonet y Pizarro. Falta que venga Messi, la mona Jiménez y el papa para que Cuenca sea una provincia más de Argentina. ¿Es una casualidad muy linda no?
-La verdad que sí. Es un equipo que se dio que cada vez somos más latinoamericanos. Al entrador le gusta la forma que tiene de jugar, el espíritu que ponemos. Y bien, yo feliz.
+ Al confirmarse la llegada de Pablo Simonet, ¿cómo debe recibir el aficionado conquense al jugador que eliminó al Liberbank Cuenca a falta de 3 segundos?
– No sé eso están cada uno. Yo creo que están jugando para otro equipo, fue profesional, se dedicó para su equipo. Como si viene el año que viene a Cuenca y juega contra otro equipo con el cual ficharía. Los conquenses querrían que se deje la vida hasta el último segundo. Ahí está cada uno como lo quiera ver. Yo no opino mucho de eso.
+ Hace no mucho tuve la ocasión de hablar contigo en El Sargal y me comentaste que el ritmo miércoles-sábado los mataba, ¿afectó eso a la Copa del Rey?
-Sin duda. No sentimos cansados, no estoy unos para nada al nivel que estamos acostumbrados a jugar, sobre todo en ataque. En el primer tiempo solo hayamos metido siete goles (partido contra el Benidorm), muchos errores. Creo que si hubiera sido en otra circunstancia hubiéramos ganado nueve de diez partidos contra ese equipo.
+ Este mes les toca jugar contra Bidasoa, Nimes, Hostelbro, ¿marzo es el mes más difícil de la temporada por los duelos?
-Sí, ya nos quitamos un montón. De lo que queda es el mes más duro. Tenemos que estar fuertes, porque después en abril ya se lo va a estar la liga y tenemos que apretar con todo.
+ En el caso que se juegue a puerta cerrada el partido contra el Bidasoa por el coronavirus, ¿el equipo sufriría la baja de la furia conquense?
-Sí, sin duda. Estoy de acuerdo con que se tomen medidas por toda la enfermedad y todo lo que está pasando, pero preferiría que suspendan los partidos y que vuelvan a convertirse a puertas abiertas. Para nosotros es muy importante la furia.
+ El equipo intentará clasificar a la próxima ronda de EHF Cup ante el Hostelebro allí y Nimes en casa. Me gustaría que termines esta frase: Si pasamos a la siguiente ronda, yo…
-Lo tendría que pensar, si queres pienso algo y te lo digo (risas)
+ ¿Martincito (hijo del jugador) juega el balonmano?
-Todavía no, estoy con ganas de que ya arranque. Hoy estuve en el patio enseñándole un poquito a votar. También con una raqueta, quiero que haga de todo. Pero bueno, después lo que más le guste. Pero sí me gustaría, creo que balonmano es un deporte que tiene muchos valores, mucho compañerismo que de pequeño solo importa aprender y pasárselo bien.
+ ¿Qué le dirías a un niño que quiere dedicarse al balonmano?
-Creo que tiene muchas posibilidades. Yo de chiquito me hubiese encantado estar en una ciudad donde tenga un equipo en primera división. Estaba en Argentina y mi sueño era llegar a España. Teniendo la posibilidad de tener un equipo acá yo no iría ni al fútbol ni a nada, directo al balonmano. Además, pensando que se puede vivir de esto toda la vida, hasta que acabe la carrera. Yo, gracias a dios, llevo trece o catorce años como profesional haciendo lo que amo, viviendo bien y, si sos inteligente, podés ahorrar dinero para un futuro. Así que se los recomiendo.
Por Nahuel Briscek
La entrada Martín Doldán: “El gol que más grité fue uno que hice a Huesca cuando nos clasificamos por primera vez a Europa” aparece primero en Liberal de Castilla.