La noche comenzaba en el bar la Unión, de Teodoro de los Santos, ubicado enfrente de bomberos y casi al lado de los garajes de Alsina, en la avenida de los Reyes Católicos. Luego, la costumbre era trasladarse al Ibérico en donde les recibía el Chiri y, de ahí, al Aparicio en la calle Cervantes.
Se trataba de un grupo unido en el que no faltaban algunos históricos como Hilario Heredia, José Miguel Hermanáiz, Emilio Aguilar, Muro, Molina y, entre otros, unos jóvenes Francisco Velasco (Fochi) o Amadeo Villar.