Los trabajadores han votado masivamente a favor de ir a la huelga los días 23, 27 y 28 de octubre como medida de presión contra un ERE que los sindicatos consideran «injustificado» y una «decisión premeditada».
La plantilla de las plantas de Mahle en Motilla del Palancar (Cuenca) y Paterna (Valencia) ha dado un respaldo masivo a la convocatoria de huelga. En la asamblea celebrada este viernes, los trabajadores y trabajadoras han votado a favor de realizar paros los próximos 23, 27 y 28 de octubre para protestar contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la dirección de la compañía. La decisión ha sido rotunda, con un 86% de los votos a favor de las movilizaciones.
Esta medida de fuerza llega en un momento de máxima tensión, justo antes de que la próxima semana comience el periodo de negociación del ERE, que plantea el despido de 790 trabajadores entre ambas factorías, 550 de ellos en la planta de la Manchuela conquense.
Un ERE «sin causas suficientes» y con «mala fe»
Los sindicatos CCOO y UGT han denunciado desde el primer momento lo que consideran una estrategia injustificada por parte de la multinacional. Pedro José Lucas, secretario general de la Federación de Industria de CCOO en Cuenca, afirmó de forma contundente que “no vemos causas suficientes que fundamenten poner encima de la mesa un ERE con 790 despidos”.
Lucas también criticó que se hayan unido en un solo expediente las realidades de dos centros de trabajo diferentes y denunció que se trata de «una actuación premeditada por parte de la empresa, porque es una decisión a nivel de grupo que estaba ya tomada en enero de 2024”.
Por su parte, Jesús Laín, en representación de UGT FICA, acusó a la dirección de Mahle de demostrar «mala fe» e «intransigencia», y defendió que la situación actual de la compañía es «meramente coyuntural». Para Laín, la empresa pertenece a un «sector de futuro», por lo que la solución debería pasar por un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) en lugar de despidos definitivos.
Un «drama» para la comarca de la Manchuela
La amenaza del cierre parcial de la planta de Motilla del Palancar supone un golpe devastador para la economía local. Los sindicatos advierten que el despido de 550 personas se convertirá en un “drama para las familias y para la comarca de la Manchuela”, creando un «desierto laboral» para unos trabajadores muy especializados y con pocas alternativas en una zona muy dependiente del sector agroalimentario.
Ante este panorama, los representantes de los trabajadores han advertido que el ERE podría acabar en los juzgados si la empresa no atiende sus demandas. Además, han exigido a las administraciones competentes —Ministerio de Industria, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Diputación— la creación de un plan de reindustrialización para la zona que pueda mitigar el impacto de los despidos.