Presume el presidente del gobierno de Castilla-La Mancha que está poniendo en práctica el Estado del bienestar en la región como no lo hace ningún otro gobierno de España. Sostiene Page que para conseguir su objetivo trata de llegar a todos los rincones y defender a quienes más lo necesitan.

Si fueran ciertas las afirmaciones del presidente no se quejarían de abandono las personas que residen en la Serranía Alta de Cuenca, que es la comarca más despoblada de Castilla-La Mancha (1,49 habitantes por kilómetro cuadrado) y una de las más envejecidas de España.
Las gentes que viven en la Serranía Alta reclaman a la Diputación y la Junta porque las tienen arrinconadas. Están decepcionadas porque la Residencia de Mayores de Beteta que el Gobierno regional y la Diputación de Cuenca comenzaron a edificar en el año 2005, detuvo su construcción por problemas judiciales en 2012 y desde entonces permanece empantanada.
La Residencia está edificada en más de un 70% y se han invertido en torno a 6,8 millones de euros. Las obras tendrían que haberse reanudado en 2017 pero las autoridades responsables no lo han hecho, frustrando las oportunidades vitales de la gente mayor y las familias.
En consecuencia, esta comarca de Cuenca, despoblada y envejecida, es la única de toda la provincia que carece de un servicio sociosanitario. Un proyecto posible que había generado mucha ilusión al prometer empleo, revitalización económica y mejora de la calidad de vida de la ciudadanía.
La Residencia de Mayores de Beteta con capacidad para 50 plazas, sería un servicio esencial para proteger los derechos fundamentales de la ciudadanía y frenar la despoblación de la Serranía Alta. Su puesta en marcha generaría unos 40 puestos de trabajo directos en la zona y contribuiría a estimular el empleo de la mujer.
No es fácil de entender que un gobierno que presume de aplicar el Estado del bienestar como ningún otro de España decida no finalizar la Residencia y marginar a la ciudadanía de la comarca más despoblada y envejecida de la región.
Si la Junta de Castilla-La Mancha y la Diputación de Cuenca acordaran poner en marcha ese servicio sociosanitario estarían dando muestras de su grado de compromiso con el Estado de bienestar. Una vez en funcionamiento la Residencia de Mayores de Beteta paliaría el problema de la despoblación y el abandono de la comarca, daría lugar a la aparición de otros servicios básicos y las personas que residen en la Serranía Alta de Cuenca vivirían con más dignidad.
Opinión de Fernando Casas Mínguez.