La pasada semana he vivido en el coche. He estado en 4 provincias diferentes y en cada una de ellas por un acto significativo que influye directamente en el desarrollo del medio rural. Comencé en mi pueblo natal, Buenasbodas de la Jara, con la celebración del Día de San Blas. Una fecha muy señalada para todos los que tenemos allí nuestras raíces por lo que representa en Hermandad, Fe y Tradición. Este año electoral, además de los que siempre estamos, hemos recibido a un nuevo batallón comarcal y provincial de figuras, dirigidas por su máximo representante, D. Álvaro Gutiérrez, Presidente de la Diputación Provincial de Toledo, Institución que merece todos mis respetos por la gran labor que desarrolla en los pueblos y en las zonas con escasa población.
Me mantuve expectante de ver como los rojos, y no se molesten porque me dirija a ellos por el color que les identifica, llegaron hasta mi pueblo natal lanzando un mensaje de Presentismo Político. Esperanzada por si han traído algo más que ruido y cae algún atisbo de fondos para la ampliación de la Vivienda Tutelada de Buenasbodas antes de las elecciones. Es un proyecto que apoyamos desde el Gobierno Municipal de Sevilleja de la Jara y que tanto bien nos ha hecho desde que el alcalde popular Paco García (Q.e.p.d.) la levantara de cero con la oposición de socialistas locales y municipales, que llevaban en su programa por aquel entonces y para ese mismo espacio un centro social y la paralización de la obra. Afortunadamente no pasó y Paco (Q.e.p.d.) sacó la V.T. adelante en una sola legislatura convirtiéndolo en el proyecto motor de empleo del pueblo, que es un recurso socio-sanitario muy necesario para sus pobladores y donde trabaja hasta Sandra, la nueva alcaldesa. Con el tiempo y el interés que suscitan estas cosas, los socialistas han reaccionado y lo que antes no les valía, ahora es significativo para ellos. Cosas que pasan en los pueblos y en la política y hechos que al final demuestran que lo importante en el medio rural es apoyar proyectos motores de desarrollo que benefician a todos, independientemente del color
Quería decirles también que La Jara acoge y existe, aunque el gobierno regional no la haya tenido en cuenta en sus políticas en estos 40 años de Autonomía donde casi se ha convertido en un desierto demográfico. Y recordarle públicamente al Sr. Gutiérrez que además de Buenasbodas, en el Municipio de Sevilleja de la Jara tenemos más pedanías, que ojalá le susciten el mismo interés, al menos en lo que a pagar se refiere, ya que la Institución adeuda al Municipio varios Planes Provinciales, algunos desde 2020 y las empresas proveedoras merecen respeto y cobrar por el trabajo realizado.
De Buenasbodas, me fui a Almonacid del Marquesado en Cuenca, a seguir celebrando San Blas y compartir el final de la Tradicional Fiesta de Interés Turístico Regional de la Endiablada con mi amiga Lucia y su familia y de ahí a Valencia para compartir momentos con el grupo de mujeres del Partido Popular que lideran el municipalismo de nuestro país.
El broche de oro, lo pude vivir con la celebración de Santa Águeda, en un pequeño pueblo de Zamora, en La Bóveda de Toro, donde las mujeres demuestran con esta tradición que saben lo que es llevar la vara de mando de la España despoblada y que están unidas a las mujeres de toda la Humanidad en sus retos de crecimiento y sostenibilidad. Viví con ellas en gran corro el baile de las Aguedas, donde te eligen para entrar y bailar sola y te echan fuera cuando toca el momento, como en cualquier mandato y me agradó compartir inquietudes con Maria Jesús, la alcaldesa mujer del municipio.
Ha sido un fin de semana intenso de tradiciones, política y mujeres, donde seguimos avanzando con un feminismo más real y adaptado a las verdaderas necesidades de la sociedad que el que propone y dispone la Ministra Montero. Hace falta más coherencia, más solidaridad, más humildad política, más proyectos motores, más fondos finalistas para municipios, más recursos, más equilibrio territorial y más justicia social para las zonas despobladas de España. Y qué duda cabe, más mujeres.
Opinión de Yolanda Martínez Urbina