Para llegar a Colliguilla hay que atravesar el Pinar de Jábaga y, apenas en unas vueltas de la carretera, verás sus casas; es un barrio de la capital que tiene su mayor elevación en los depósitos del agua, y en su iglesia parroquial, a la que voy para participar en la celebración del día del nacimiento de San Juan Bautista.
Saludo a “Chento” que me guía con sus comentarios sobre las características de la celebración mientras caminamos hacia la iglesia, arriba, en un altillo. Desde el mismo, saltan a la vista los campos de cereal ya recogido, y también la línea de chopos que marcan el camino que sigue el Júcar en su viaje a tierras manchegas primero. Dentro del templo, oímos las voces de un grupo venido desde Villar de Olalla, repasando sus cantos que armonizarán la misa patronal.
El Rincón de Enrique Buendía
Son los instantes previos en los que converso con don Felipe, el sacerdote que también me encontré en Bólliga durante la romería de la Virgen de la Caridad y, así, puedo conocer cómo la iglesia ha sido recuperada para su uso gracias a la colaboración directa de la Diputación provincial, “pues estaba en un estado lamentable, debido a las humedades existentes derivadas del lugar donde ésta se asienta…”
El campanil anuncia la inmediata puesta en marcha de la procesión. El sol con su calor del mediodía se une a este paseo en el que no falta el alcalde pedáneo Agustín, al que acompaña Angustias, la concejal capitalina responsable de la relación con los barrios conquenses; también, y a título personal, veo al Delegado de Turismo, José María Pastor, pues su madre es de Colliguilla. Agustín me comenta, que no existen datos para saber como se introduce el patronazgo de San Juan Bautista en el pueblo, “existe desde siempre”, me indica, “aunque no nos falta agua cercana, el Júcar, y una fuente a la salida del pueblo, donde eso sí, los mayores recuerdan que iban las mozas a lavarse la cara bien temprano, al amanecer del día 24 pasado…”
Por la pequeña puerta de la iglesia ha asomado la imagen patronal. La procesión ha recorrido, entre el calor popular y ambiental, diferentes calles del barrio. Encima de las andas llevan unos grandes roscones como muestra de la ‘caridad’ del Santo, pagada por la Asociación de Vecinos aquí existente. “Años atrás, solamente había un único rollo de caridad que partido en dos mitades, se entregaba una para el sacerdote y, la otra, entre las personas principales que asistían…”
La procesión ha vuelto al pequeño templo parroquial entre los ¡vivas! y los cánticos de los devotos.
En la Iglesia, la palabra de don Felipe, el sacerdote, ha puesto el acento en la figura de San Pedro, “pues ya les hablé ayer de San Juan, y hoy festejamos también al primer Papa de la iglesia cristiana…”. Suenan las Folías dedicadas a San Juan, después de acabada la ceremonia religiosa. Es tiempo para llegar al Centro Social, donde se bendecirá la caridad. “Hemos comprado 400 rollos anisados, a cargo de la Asociación de Vecinos, y tenemos una donación de zurra para el oportuno moje, que cada año nos viene entregando Aurelio, el dueño de ‘El Rento’…”
Después, y en un cercano pinarcillo, se entregaron estos por los diferentes corrillos y, con ambos ingredientes, hizo su especial ‘mojao’: una mezcla de trocitos de rollo y zurra fresquita. En estos menesteres dejé a las gentes de Colliguilla porque, cercana la hora, esperaba la comida familiar y de invitados por San Juan Bautista.